[spectre] Ora et Colabora: 2nd day

Andreas Broeckmann abroeck at transmediale.de
Wed Oct 1 13:24:06 CEST 2003


From: "BNV Producciones" <bnv at arrakis.es>
Subject: UNIA arteypensamiento:  Reunión 03: Ora et Colabora: 2
	ª Jornada de debate y Conclusiones

<http://www.uia.es/arteypensamiento>

Informaci—n de nuevas convocatorias de UNIA arteypensamiento

<http://www.uia.es/artpen/estetica/estetica02/frame.html>REUNIîN 03
Ceci n`est pas un congrŽs

   <http://www.uia.es/artpen/aesthetics/aesthetics02/frame.html>MEETING 03
Ceci n`est pas un congrŽs


Resumen de Ora et Colabora, mesa poliŽdrica en torno al arte
colaborativo: Segunda jornada de debate y Conclusiones

2» Jornada de debate.
La negociaci—n con las instituciones. El caso de Las Agencias
En el contexto de la campa–a contra el Banco Mundial durante el a–o
2001, que gener— un fuerte movimiento de contestaci—n en Barcelona,
surge el proyecto de Las Agencias, un colectivo "netamente mestizo"
que se concibe como un artefacto pol’tico de mediaci—n entre el museo
(la instituci—n cultural) y los movimientos sociales. El punto de
partida fue un taller organizado por La Fiambrera en el que se
plante— la necesidad de crear una asociaci—n que utilizar‡ el marco
institucional (en concreto, el Museo de Arte Contempor‡neo de
Barcelona: MACBA) para promover una opci—n pol’tica de resistencia
cultural y contribuir a la creaci—n y el desarrollo de tejidos
ciudadanos.

Entre estas dos patas (marco institucional, marco social) se sitœa la
acci—n de Las Agencias que desde sus inicios trata de romper la
din‡mica vertical que suele caracterizar la relaciones (cuando las
hay) entre las instituciones y los colectivos sociales / art’sticos,
los cuales pueden acceder a subvenciones y ayudas pero no tienen
capacidad de incidir en la estructura y el funcionamiento del museo.
Desde Las Agencias (que no se considera un grupo al servicio de los
movimientos sociales, sino un nodo m‡s dentro del mismo) se pretende
evitar tambiŽn que la instituci—n utilice este trabajo colaborativo
con redes sociales y de acci—n pol’tica como un mecanismo para
dotarse de legitimidad.

No hay que olvidar que en Barcelona las instituciones art’sticas son
uno de los motores fundamentales de la tendencia a la terciarizaci—n
de la econom’a, un fen—meno que ha favorecido una creciente
instrumentalizaci—n de la cultura con fines tur’sticos e
inmobiliarios (algo que se hace evidente si se observan las
actividades que se est‡n desarrollando en torno al Forum de las
Culturas que se celebrar‡ en la ciudad catalana el pr—ximo a–o). "Por
ello, subray— Marcelo Exp—sito, vehicular un proyecto pol’tico dentro
del espacio art’stico-institucional barcelonŽs me parece de crucial
importancia".

Con la idea de desarrollar pr‡cticas participativas y colaborativas,
Las Agencias hacen uso de una serie de herramientas materiales e
inmateriales (talleres y encuentros de trabajo, pero tambiŽn objetos
f’sicos, como el Showbus) para poner en marcha procesos de acci—n
que, "metaf—rica y literalmente", se les vayan de las manos y puedan
ser reutilizados por la colectividad (como las propuestas de Yomango
que, bajo diferentes formas, est‡n siendo reapropiadas como un tipo
de pr‡ctica pol’tica cotidiana por diversos colectivos y movimientos).


Formas de financiaci—n y organizaci—n de recursos: Citymine[d], BNV
Producciones y Zemos 98
Citymine[d] es una entidad sin ‡nimo de lucro que surge en 1997 con
el prop—sito de promover la interconexi—n entre colectivos sociales
de Bruselas y, al mismo tiempo, desarrollar proyectos e
intervenciones que denuncien la actividad especulativa y represiva en
la ciudad. Desde entonces ha ido adquiriendo experiencia en temas
organizativos y de financiaci—n, y actualmente funciona como un
agente de interlocuci—n que pone en contacto a colectivos que
trabajan al margen de los circuitos oficiales (proyectos art’sticos,
iniciativas de contra-informaci—n, grupos de teatro, asociaciones de
inmigrantes,...) con instituciones pœblicas y entidades privadas.
Citymine[d], que ha logrado un cierto respaldo institucional que le
permite funcionar con una estructura m‡s o menos estable, cuenta con
gente que asesora sobre temas jur’dicos y legales y otras que
informan sobre las convocatorias de ayudas y subvenciones. "Adem‡s,
se–al— Tom Deforce, tenemos dos personas que se dedican a ejercer de
intermediarios entre propietarios de locales y colectivos que
necesitan espacios para trabajar y montar sus proyectos".

Con sede en Sevilla, BNV Producciones es una estructura de producci—n
e interlocuci—n que trabaja con un equipo estable m‡s un amplio grupo
de colaboradores. Desde que comenz— su actividad a finales de la
dŽcada de los 80, BNV ha optado por la diversificaci—n de las fuentes
de financiaci—n, desarrollando dos tipos de trabajos. Por un lado,
lleva a cabo una serie de proyectos "vocacionales", donde gozan de
gran autonom’a y recurren a la colaboraci—n de agentes muy diversos.
Por otro, se encargan de una serie de trabajos funcionales que ellos
denominan "alimentarios" (montaje y dise–o de exposiciones,
producciones,...) que les dotan de una independencia econ—mica que
les permite afrontar los otros proyectos. Al igual que Citymine[d],
uno de sus objetivos fundamentales es servir de mediadores entre
personas y colectivos que quieren poner en marcha diferentes
iniciativas art’sticas y culturales y las instituciones que disponen
de los recursos para que esos proyectos puedan ejecutarse.

A un nivel m‡s amateur, Zemos 98 tambiŽn busca la diversificaci—n en
las fuentes de financiaci—n. Zemos 98 es una asociaci—n cultural que
organiza un festival audiovisual desde enero de 1999 (cuya sexta
edici—n se celebrar‡ entre el 1 y el 6 de marzo de 2004), lleva a
cabo trabajos de v’deo-creaci—n y falsos documentales (algunos de los
cuales se han proyectado en el marco de Reuni—n 03) y desarrolla una
intensa labor contrainformativa. Por el momento han contado con el
apoyo de diversas instituciones pœblicas, tanto locales (como el
Ayuntamiento de la localidad sevillana de El Viso del Alcor) como
provinciales y regionales.

"ÀQuŽ tipos de acontecimientos y circunstancias necesitan darse para
que proliferen casos como estos, para que colectivos art’sticos y
sociales puedan conseguir espacios y recursos que les permitan
desarrollar su trabajo?", se pregunt— Curro Aix. Ante este
planteamiento JosŽ PŽrez de Lama advirti— de la situaci—n parad—jica
a la que se llega cuando ciertos colectivos sociales perciben el
acceso a ayudas y subvenciones institucionales como su principal
aspiraci—n o como algo normalizado. "En esos casos, subray—, se
genera una relaci—n de dependencia que termina neutralizando la
potencialidad cr’tica de cualquier discurso; la subvenci—n s—lo tiene
sentido si se asume como algo transitorio".

Para Javier Toret el gran enemigo a batir es el trabajo asalariado,
porque es una herramienta del sistema para enganchar a los ciudadanos
e hipotecar sus vidas, dirigiŽndolas por un camino muy determinado.
Ante esa situaci—n es necesario buscar alternativas que posibiliten
la obtenci—n de una renta m’nima que nos garantice la supervivencia.
En este sentido Toret apuesta por "hacer emerger una tierra comunal
(un nuevo tipo de soviet) a travŽs de la cooperaci—n social liberada,
de la organizaci—n del trabajo vivo (aquellas actividades productivas
que no est‡n atrapadas por las formas del Capital) y de mecanismos de
obtenci—n indirecta de renta (como las estrategias de Yomango o la
okupaci—n y autogesti—n de espacios habitables)".

Pero la emergencia de esa tierra comunal, segœn Gustavo AlŽs (Peat—n
Bonzo), no puede construirse s—lo a partir de la producci—n
inmaterial, porque en ese caso, todo se quedar‡ en un territorio
virtual reservado para unos cuantos elegidos. "No podemos despreciar
la producci—n material (la comida, el alojamiento, el vestuario,...),
en la que el capitalismo est‡ imponiendo su ley sin apenas
resistencia", asegur—.

Marcelo Exp—sito cree que, aunque sea s—lo por operatividad pol’tica,
hay que revisar ciertas dicotom’as que aparecen con demasiada
frecuencia en los discursos de los movimientos radicales, como la
contraposici—n renta b‡sica / trabajo asalariado. "Experiencias como
las de BNV o Citymine[d], afirm—, devuelven la cuesti—n de la gesti—n
y de la producci—n al coraz—n de las pr‡cticas art’sticas, sin que
por ello estas dos entidades hayan tenido que renunciar al respaldo
institucional, ni situarse completamente al margen del Mercado". Para
Exp—sito, la cuesti—n de la renta b‡sica no se agota en la
reivindicaci—n de un salario m’nimo con el que hacer lo que nos de la
gana, sino que debe ir m‡s all‡ y plantear un doble derecho. Por un
lado, el derecho a disponer de una renta directa que nos permita
organizar nuestro trabajo vivo (y a partir de ah’, si lo deseamos,
insertarnos en el mercado laboral); por otro, el derecho a una
apropiaci—n indirecta de renta que incluir’a desde la ocupaci—n de
inmuebles a la negociaci—n con instituciones y entidades pœblicas
para poder desarrollar proyectos aut—nomos y/o disponer de
determinados recursos.

En opini—n de Miguel Benlloch, miembro de BNV Producciones y
coordinador de Reuni—n 03, los discursos sobre la legitimidad y la
plena autonom’a vehiculan una especie de defensa del honor muy
bientencionada pero, en el fondo, bastante conservadora. "No tiene
sentido pensar, asever—, que por tocar a las instituciones va a
quedar irreversiblemente manchada tu reputaci—n (...); la instituci—n
es una herramienta m‡s y no es, ni mucho menos, el œnico factor que
otorga o quita legitimidad a una acci—n o propuesta". A este
respecto, Javier Toret hablo de la experiencia de la "Sapienza
Pirata" de Roma, un colectivo de lucha social que organiza cursos y
seminarios de validez acadŽmica; y Nelo Vilar hizo referencia al caso
de Quebec, donde un generoso sistema de financiaci—n pœblica ha
permitido la consolidaci—n de una extensa red de movimientos sociales
y colectivos art’sticos que desarrollan su trabajo con plena
independencia. "De todas formas, quiso matizar Nelo Vilar, creo que
tambiŽn es leg’timo perseverar en un pensamiento ut—pico y mantener
una postura de rechazo radical a las instituciones".

Desde el colectivo Tramm, Natalia G—mez-Acebo quiso destacar el papel
tan importante que pueden desempe–ar organizaciones como BNV o
Citymine[d], "porque, al menos para nosotros, entender el lenguaje de
las instituciones y encontrar los canales para contactar con ellas
suele resultar muy complicado". En cualquier caso, Natalia G—mez
Acebo piensa que para que un colectivo o proyecto pueda funcionar (y
sobrevivir cuando no cuente con el respaldo institucional) es
necesario que establezca un tejido de relaciones interpersonales y
que sea capaz de recurrir a fuentes de financiaci—n alternativas. Por
su parte, Tom Deforce (de Citymine[d]), insisti— en el hecho de que
tambiŽn dentro de las instituciones existe gente que quiere y puede
ayudar a que proyectos de este tipo salgan adelante.


Futuribles
MayDay
En un planeta convulsionado por profundas transformaciones
geo-pol’ticas y la imposici—n de un nuevo orden econ—mico y
simb—lico, surge un nuevo sujeto pol’tico cuya identidad no se define
a partir de criterios geogr‡ficos o exclusivamente econ—micos, sino
por su resistencia a un estilo de vida que intenta eliminar cualquier
muestra de antagonismo y nos conduce a una precariedad integral (no
s—lo laboral sino tambiŽn cultural, simb—lica, social). Es el
precariado social rebelde, un nuevo sujeto emergente que empieza a
tomar conciencia de s’ mismo en las citas antiglobalizadoras, alcanza
momentos de gran visibilidad en las movilizaciones contra la guerra
de Irak y protagoniza de forma activa la MayDay Parade, una fiesta
multitudinaria que se realiza en Mil‡n durante la celebraci—n del
primero de mayo desde hace tres a–os y que en cada edici—n ha ido
aumentando significativamente su nœmero de participantes (20.000 en
2002, m‡s de 50.000 personas en 2003).

La MayDay Parade recupera el sentido combativo de la celebraci—n del
primero de mayo del movimiento obrero hist—rico, pero huye de la
homogeneidad y linealidad que caracterizan las manifestaciones que
actualmente convocan ese d’a los sindicatos tradicionales. Tomando
como referencia las intervenciones de ecologismo urbano
anticapitalista de Reclaim the streets y las "parades" de los
movimientos de liberaci—n sexual (que buscan hacer visible su orgullo
de ser diferentes en cuestiones de gŽnero), la MayDay Parade postula
una apropiaci—n del espacio pœblico de la ciudad a travŽs de una
heterogeneidad y una pluralidad de acciones pol’ticas. Se concibe
como un "acontecimiento metropolitano" (la ciudad es el lugar de la
confrontaci—n pol’tica por antonomasia en el mundo contempor‡neo) que
trata de articular una respuesta efectiva al modo en que el
capitalismo actual extiende su poder a todos los ‡mbitos de nuestra
vida para que la totalidad del sujeto se ponga a trabajar a su
servicio. Por ello, la MayDay Parade ocupa literalmente el centro de
Mil‡n, y solapa con sus signos (que dan visibilidad al precariado
metropolitano) los s’mbolos del Poder y del Mercado en el espacio
urbano (fachadas de banco y empresas de comunicaciones,
establecimientos de cadenas de comida basura, grandes almacenes,
soportes publicitarios,...).

Es una iniciativa que surge de la confluencia entre el sindicalismo
de base de los a–os 80 y el movimiento aut—nomo italiano,
especialmente el colectivo Chainworkers, impulsores de la primera
convocatoria en el a–o 2001. Segœn Marcelo Exp—sito, la evoluci—n del
concepto pol’tico del MayDay se observa muy claramente analizando el
material gr‡fico (carteles, flyers,...) que se ha ido generando en
cada una de las convocatorias que se han celebrado hasta la fecha. Si
en el 2001 aparec’a un Gagarin sonriente clamando "MayDay, MayDay"
con el subt’tulo "Stop al precariado", en la œltima edici—n se ha
llevado a cabo una "sofisticada" campa–a de imagen que imitaba en
clave ir—nica el estilo cool de la publicidad de tendencias,
mostrando a j—venes y modernos trabajadores bajo el lema: "el
proletariado social se rebela". "Es decir, explic— Marcelo Exp—sito,
de lo que se trata no es de parar el precariado, sino de hacer de la
MayDay una gran fiesta de visibilizaci—n del precariado como el nuevo
sujeto social oculto y silenciado tanto por el neoliberalismo
gobernante, como por la inoperancia irreversible de las viejas formas
organizativas del movimiento obrero (grandes sindicatos, partidos
pol’ticos,..)". No tiene sentido luchar contra el Capital s—lo desde
la esfera laboral, es necesario crear nuevas narraciones y signos de
identidad, articular nuevas estrategias de resistencia que nos
permitan "dotar de cuerpo pol’tico al precariado para revertir la
creciente precarizaci—n social". "Porque el precariado significa en
el postfordismo, subray— Marcelo Exp—sito, lo que el proletariado fue
para el fordismo".


Foro Social de las Artes
Con la idea de dar visibilidad a propuestas que tratan de relacionar
la creaci—n art’stica, la reflexi—n pol’tica y el compromiso social,
Madrid acogi— entre el 31 de mayo y el 9 de junio de 2002 la primera
edici—n del Foro Social de las Artes, cuya segunda convocatoria se ha
desarrollado en Valencia durante los meses de marzo y abril de este
a–o. Actualmente se est‡ barajando la posibilidad de que la tercera
edici—n se celebre la pr—xima primavera en Sevilla.

El Foro Social de las Artes se autodefine como un espacio para la
comunicaci—n, la discusi—n, el an‡lisis y la pr‡ctica de
intervenciones culturales y art’sticas con fuertes implicaciones en
la militancia social cr’tica. Su prop—sito es poner en contacto a
colectivos art’sticos (y artistas individuales) con movimientos
sociales de diversas partes del Estado espa–ol, y para ello opta por
una programaci—n amplia y variada que incluye desde recitales de
poes’a a performances y exposiciones, pasando por talleres de
fotograf’as, v’deo-forum, mesas redondas, intervenciones en la calle,
actuaciones musicales,...

Para evitar la excesiva endogamia que caracteriz— la primera
convocatoria en Madrid (demasiado escorada hacia la poes’a y algo
desvinculada de los colectivos sociales locales), los organizadores
del foro en Valencia (la Uni—n de Escritores del Pa’s Valenciano y la
comunidad de cristianos de base Ignacio Ellacur’a) buscaron una
diversificaci—n y ampliaci—n de las actividades, las fechas y los
espacios. Esta decisi—n permiti— llegar a un pœblico m‡s amplio (se
programaron actos en numerosos barrios de Valencia y se contact— con
multitud de grupos locales), pero gener— una excesiva dispersi—n
geogr‡fica y temporal que hizo que se perdiera la visi—n de conjunto
y que dificult— la relaci—n entre los participantes en las distintas
‡reas de actividades. "Para la pr—xima convocatoria, se–al— Nelo
Vilar, se pretende estructurar el programa en bloques m‡s compactos y
definir claramente los objetivos, con la intenci—n de que se puedan
partir de unos m’nimos comunes en los distintos espacios de debates
que permitan desarrollar trabajos de investigaci—n y acci—n colectiva
m‡s fruct’feros".


Conclusiones
En la œltima jornada del encuentro, los participantes del taller Ora
et Colabora ofrecieron sus valoraciones y conclusiones sobre el
funcionamiento, los resultados y la posible continuidad en el futuro
de esta mesa poliŽdrica en torno al arte colaborativo.

Los integrantes del colectivo bilba’no Tramm -quienes subrayaron la
importancia de los espacios informales en estos eventos para
potenciar las relaciones interpersonales- aseguraron que les ha
resultado muy interesante conocer los proyectos de otros grupos y el
intercambio de ideas y experiencias. "Llevamos poco tiempo
trabajando, record— Natalia G—mez-Acebo, y en este encuentro hemos
absorbido mucha informaci—n que nos puede ser muy œtil en el futuro".
En cualquier caso, Natalia G—mez-Acebo piensa que la din‡mica que se
ha seguido no ha permitido que se sobrepasen niveles muy primarios en
el debate en torno algunos temas. "Bajo mi punto de vista, subray—,
el aspecto m‡s positivo e interesante del taller ha sido la
descripci—n y explicaci—n de pr‡cticas y experiencias concretas".

Para Maite Fern‡ndez Betelu, de Las Agencias y Yomango, el taller ha
servido para poner en contacto a personas y colectivos con ideas y
proyectos muy heterogŽneos, algo que siempre resulta enriquecedor. No
obstante, considera que no se ha logrado establecer una comunicaci—n
plenamente horizontal (quiz‡s, por la falta de tiempo) y que ha
habido una excesiva rigidez en el desarrollo de los debates. "En este
sentido, se–al—, podemos aprender de la manera de funcionar de los
integrantes del taller la_multitud_conectada, con una estructura muy
‡gil, din‡mica y abierta a la improvisaci—n". Otra de las integrantes
de Las Agencias y Yomango, Nuria Vila, quiso subrayar la escasa
presencia y participaci—n de las chicas, tanto en Žste como en el
otro taller. "Algo que, en palabras de Nuria Vila, no debe pasarse
por alto o concebirse como un problema casual y/o secundario".

Gemma Mart’nez, del colectivo Proyecta, valor— el taller como un
lugar de aprendizaje (en metodolog’as, estrategias de acci—n, formas
de organizaci—n interna,...) que, adem‡s, les ha permitido contactar
con otros grupos de Andaluc’a (especialmente de M‡laga) con los que
tienen muchas cosas en comœn y les gustar’a desarrollar proyectos de
colaboraci—n. Eduardo Serrano y Jorge Drag—n de Rizoma subrayaron que
en Reuni—n 03, en general, y en el taller Ora et Colabora, en
particular, han encontrado muchas iniciativas con las que sintonizan
y que su participaci—n en el encuentro les ha servido para certificar
que en Andaluc’a existe una escena art’stica y social independiente
muy activa e inquieta.

Santiago Barber, miembro de La Fiambrera Barroca y coordinador del
taller, cree que hay demasiadas cuestiones que se han quedado en el
aire y que han surgido una serie de problem‡ticas para las que no se
han encontrado soluciones metodol—gicas. Para Žl, lo interesante de
este tipo de encuentros es que posibilita que la gente trabaje de
forma conjunta e incluso que se puedan poner en marcha proyectos de
colaboraci—n.

Por su parte, Daniel Villar, de Zemos 98, expres— que se podr’a haber
sacado m‡s provecho del dossier que se reparti— antes de que se
iniciara el taller, ya que, segœn Žl, hubiera posibilitado partir de
unos m’nimos comunes en el desarrollo de determinados debates.
Tatiana, del nodo malague–o de Indymedia Estrecho, confes— haberse
sentido un poco frustrada con el desarrollo del taller, pues
considera que en demasiadas ocasiones la discusi—n se qued—
estancada, lo que, unido a la falta de tiempo, ha provocado que no se
aborden (o se haga muy por encima) cuestiones muy relevantes.

JosŽ Ignacio Moreno Zapata, de Balkanada, se–al— que el contacto con
personas y colectivos que est‡n desarrollando proyectos afines le ha
servido para animarse a seguir adelante en un momento en el que su
asociaci—n se est‡ planteando cerrar la sala que tiene en M‡laga.
"Resulta estimulante, afirm—, encontrar proyectos art’sticos que
trabajan en el seno de los movimientos sociales, muy especialmente en
el momento actual en el que (casi) la œnica manera de sobrevivir es
convertirse en mercenario de un sistema de galer’as y compa–’as
privadas que funciona con intereses meramente mercantiles".

Aparte de lo interesante que le ha parecido conocer otros proyectos y
propuestas, Salud L—pez (Sala Endanza) cree que hubiera sido
productivo finalizar el taller intentando elaborar algœn tipo de
documento en el que se expusieran unas conclusiones conjuntas. En la
misma l’nea se pronunci— JosŽ PŽrez de Lama (hackitectura.net), quien
plante— la posibilidad de elaborar un comunicado o manifiesto en el
que se defendiera la necesidad de concebir el ‡mbito universitario
como un espacio para la transformaci—n y el cambio social desde el
que debe propugnarse el acceso y uso libre de la informaci—n y del
conocimiento como un derecho fundamental. "Me parece, se–al—, que
aunque tenemos muchas diferencias, s’ existe una serie de cuestiones
en las que estamos de acuerdo y que podr’an servir para redactar una
declaraci—n comœn".

Partiendo de la idea de que organizar un encuentro y un taller como
Žste implica muchas dificultades, Marcelo Exp—sito (Las Agencias,
Yomango,...) cree que se ha trabajado con mucha eficacia y se ha
abordado el tema de forma plural y compleja. Marcelo Exp—sito piensa
que la convocatoria y posterior celebraci—n de un encuentro como Žste
s—lo es posible porque ya existen redes y procesos en marcha, "una
especie de revoluci—n molecular" de la que este evento es una pieza
m‡s. "Por eso, subray—, no es tan importante que de este encuentro se
extraigan unas conclusiones o una red de contactos espec’ficas (...);
ser’a m‡s productivo que saliŽramos siendo conscientes de que
formamos parte de un complejo y creciente entramado social, cultural
y pol’tico que trata de articular una resistencia activa y din‡mica
al estilo de vida que impone el capitalismo".

En el apartado de las posibles objeciones al taller, Marcelo Exp—sito
cree que para obtener m‡s resultados pr‡cticos en la aplicaci—n de
una metodolog’a abierta y flexible como la que se ha intentado
aplicar, hubiera sido necesario un mayor trabajo previo de
estructuraci—n de los contenidos que permitiera avanzar sin
dispersarse demasiado en el tratamiento de determinados asuntos.

Curro Aix, miembro de La Fiambrera Barroca y coordinador del taller,
reconoci— que la apuesta por una metodolog’a abierta y flexible (que
buscaba que el contenido del programa fuera construyŽndose entre
todos) y la heterogeneidad de los colectivos que se han reunido, ha
generado una cierta dispersi—n que ha impedido profundizar en algunos
temas y ha perjudicado, en ciertas ocasiones, la fluidez en el
debate. "Habr’a sido interesante, se–al—, reflexionar sobre aspectos
m‡s funcionales y tŽcnicos de la producci—n art’stica, ya que eso
permite pensar de manera m‡s s—lida y compleja c—mo articular
contenidos pol’ticos en nuestros proyectos".

Antonio Orihuela cree que es urgente deshacerse de una vez por todas
de la idea de un arte pol’tico frente a otro que no lo es. "Tenemos
que cambiar la perspectiva, manifest—, ya que la cuesti—n no es
impulsar un arte pol’tico (todo arte lo es), sino abogar por una
acci—n social (considerarla art’stica es algo accesorio) que promueva
la transformaci—n colectiva e individual". En este sentido cree que
es recomendable forzar el anonimato ("la falta de autor’a es, por
definici—n, anticapitalista") y asumir la autogesti—n como
metodolog’a de funcionamiento.

Como "un lugar para el encuentro y para el re-encuentro, para el
conocimiento y el re-conocimiento" ha percibido JosŽ Luis Tirado Ora
et Colabora y el marco general en el que se insertaba el taller (el
proyecto Reuni—n 03 del programa UNIA arteypensamiento). Esto es,
como un espacio en el que, por un lado, ha conocido a otras personas,
colectivos y formas de lucha; y por otro, ha podido comprobar c—mo
propuestas y proyectos de los que ya ten’a referencias (directas o
indirectas) se han llevado a cabo y est‡n repercutiendo en su entorno.

Para Antonio Santos (miembro de Peat—n Bonzo y de Reojos
Producciones, entre otros colectivos) uno de los principales
handicaps del taller ha sido la excesiva heterogeneidad de los
participantes. Bajo su punto de vista nunca ha quedado demasiado
claro cu‡l es el nexo de uni—n entre los distintos colectivos y
artistas (o activistas) individuales que han acudido al encuentro.
"En cualquier caso, precis— Antonio Santos, m‡s que la puesta en
marcha de nuevas redes de trabajo y colaboraci—n, lo interesante de
Reuni—n 03 y de Ora et Colabora es que han permitido crear y/o
consolidar lazos personales y contactos afectivos".

Con independencia de la diversidad de los grupos participantes, JosŽ
çngel de Paz (de la revista Parab—lica) cree que, en realidad, ha
habido un cierta homogeneidad ante la mayor parte de las cuestiones
polŽmicas que se han expuesto y debatido en el taller. En este
sentido, Nelo Vilar, que confes— haber echado en falta una mayor
dosis de autocr’tica, considera que Ora et Colabora se ha
caracterizado tanto por la heterogeneidad de las propuestas y las
formas de acci—n como por una homogeneidad en los planteamientos
ideol—gicos.

Por otro lado, Nelo Vilar ver’a muy interesante la celebraci—n de un
segundo encuentro en el que se pudiera aprovechar la labor de puesta
en comœn de esta primera reuni—n y profundizar en un trabajo de
acci—n e investigaci—n colectiva. En la misma direcci—n se pronunci—
Gustavo AlŽs, de Peat—n Bonzo, quien propuso la celebraci—n de un
segundo encuentro para organizar y realizar acciones concretas sobre
una problem‡tica que afecta directamente el espacio donde se ha
desarrollado Reuni—n 03: el degradado entorno medio-ambiental del
paraje de La R‡bida, con el Polo Qu’mico de Huelva a escasos
kil—metros. Gustavo AlŽs argument— que hay que sacar provecho de esta
apuesta de la Universidad Internacional de Andaluc’a por la
confluencia entre arte y movimientos sociales, y canalizar hacia el
exterior la energ’a cr’tica y productiva que puede generarse en un
encuentro como este.

"No hay que olvidar, subray— Manuel Gualda (de la Plataforma Parque
Moret), que Huelva es una de las provincias espa–olas (y europeas)
con m‡s problemas medioambientales, y ser’a muy positivo que un
espacio acadŽmico como la sede de La R‡bida de la Universidad
Internacional de Andaluc’a fomentara acciones e iniciativas de
intervenci—n y transformaci—n social". En otro orden de cosas, Manuel
Gualda se–al— que, a su juicio, los aspectos m‡s negativos del
encuentro han sido la falta de integraci—n y conexi—n entre los dos
talleres (Ora et Colabora y la_multitud_conectada), los constantes
problemas tŽcnicos y cambios de horario y el hecho de que se hayan
descuidado ciertos detalles como la utilizaci—n de papel no ecol—gico.

Ya en la fase final de esta ronda de conclusiones, Miguel Benlloch,
miembro de BNV Producciones y coordinador de Reuni—n 03, explic— que
con este encuentro se pretend’a dar visibilidad a una serie de
pr‡cticas art’sticas y creativas que buscan la transformaci—n y la
emergencia de nuevas situaciones sociales. Pero el objetivo no era
œnicamente crear un artefacto puntual que informara de esas
pr‡cticas, sino utilizar la herramienta institucional para potenciar
una din‡mica que haga posible la aparici—n y consolidaci—n de
proyectos de este tipo. "Por ello, anunci— Miguel Benlloch, el equipo
que gestiona y coordina el programa de UNIA arteypensamiento ya se ha
planteado la posibilidad de dar continuaci—n a este encuentro, aunque
es necesario re-pensar el modo de llevarlo a cabo partiendo de la
experiencia de esta primera convocatoria".



[Fecha: jueves 4 y viernes 5 de septiembre de 2003]

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arteypensamiento es un proyecto de la Universidad Internacional de
Andaluc’a en torno al concepto de re-pensar aplicado al campo del
arte en su relaci—n con la cultura y la sociedad.
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